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Equiroz

Publicación del 25 de febrero de 1913

Publicación del 25 de febrero de 1913

A propósito de la trágica muerte de los Sres.

MADERO y PINO SUAREZ

JUNTOS EN EL PODER Y JUNTOS EN LA TUMBA

LA REVISTA DE YUCATAN

LA REVISTA DE YUCATAN, con la oportunidad que todos le reconocen, informó ya a sus numerosos lectores acerca de la trágica e inesperada muerte de los señores don Francisco I. Madero y Lic. don José María Pino Suárez, Presidente y Vicepresidente de la República, respectivamente, derrocados por la Revolución que encabezó el Brigadier don Félix Díaz y que culminó con el triunfo del joven caudillo.

Hemos dado ya los detalles del suceso que ha conmovido a la República y juzgamos pertinente hacer algunas consideraciones acerca de él, no sólo por el influjo que los extintos ejercieron durante su breve Administración en los destinos de la Patria, sino por las tristes circunstancias en que desaparecieron del inmenso escenario de la vida.

Quizá nadie mejor que nosotros esté bien informado de cómo iniciaron su conocimiento los señores Madero y Pino Suárez. Fue en 1909, cuando el señor Madero vino por primera vez a Yucatán, en calidad de propagandista de los ideales democráticos que naufragaron en las últimas llamadas elecciones de los señores General Porfirio Díaz y don Ramón Corral y que le determinaron a lanzarse a la Revolución de noviembre de 1910, coronada por el verde laurel de la victoria con el ataque y la toma de Ciudad Juárez, Desde entonces, desde la primera visita del señor Madero a Yucatán que fue cuando conoció y trató al señor Lic. Pino Suárez, aquellos dos hombres, por un designio inescrutable de la Providencia, se unieron fuertemente, estrechamente, formando desde aquella etapa memorable de su vida un estrecho lazo que sólo la muerte pudo romper.

Juntos emprendieron la lucha; juntos apuraron en los días de ésta la amarga cicuta de los sinsabores y saborearon la dulce miel del triunfo transitorio; juntos ascendieron la más elevada cima del poder; juntos compartieron la responsabilidad inmensa de sus actos como gobernantes; juntos afrontaron los ataques de sus enemigos políticos, ataques que la Historia será la que en su día calificará; juntos rodaron en una hora memorable de la cima de la grandeza a la sima de la desgracia, casi abandonados por los que todavía ayer recibieron de ellos favores y mercedes, y juntos también en la Noche Triste de su derrota, solos, sin la cohorte de aduladores y convenencieros que tal vez precipitaron su caída, cayeron en las desolaciones de la tumba atravesados por las balas forjadas quizá para combatir a sus enemigos, sin que nadie cerrara sus pupilas y sin recibir en el instante augusto de la transición de una vida a otra el beso de luz de la amante esposa y de los hijos idolatrados.

Pudo el Lic. Pino Suárez, como todos los hombres y como todos los políticos, tener defectos y cometer errores. Patrimonio ha sido ese de la humanidad, a través de los pueblos y de los siglos; pero nadie puede negar jamás su adhesión sincera al señor Madero de cuyo brazo fue al triunfo y a la derrota, al Capitolio y a la Cárcel, ni su fidelidad hasta el momento supremo de la "debacle" y de la muerte, mientras otros, por ellos engrandecidos y por ellos elevados tal vez de la nada a mayores alturas, los abandonaron cobardemente cuando ya no podían otorgar mercedes ni firmar despachos concediendo empleos y concesiones.

También esto es patrimonio de la Humanidad.

Ayer decíamos y repetimos hoy que no toca a los hombres de esta dolorosa etapa de la vida nacional juzgar a los señores Madero y Pino Suárez como gobernantes. La hoguera de las pasiones dista mucho de convertirse en frías cenizas; el volcán de los odios está en plena actividad.

Fuerza es, pues, esperar.

Nosotros dejamos de ser amigos políticos de los extintos desde que ascendieron a la cúspide del Poder. En días de candente lucha, embravecida por el rescoldo de las pasiones inevitables en semejantes lides, los atacamos duramente. Después fuimos perseguidos y encarcelados.

Pero eso ya pasó.

Lo conceptuamos como una de tantas contingencias de nuestra agitada vida.

Hoy, ante la fosa que acaba de abrirse para recoger los despojos de dos hombres con cuya mente y con cuyos ardientes y juveniles ideales, no pocos de ellos ­ay! irrealizables, estuvimos unidos mucho tiempo, nos descubrimos con respeto y con dolor!, ­Es la Muerte que pasa y ante la cual deben deponerse todos los rencores!, En cuanto a las circunstancias en que tuvo lugar la sangrienta, la terrible tragedia, deben ser aclaradas por el honor de la República y del Gobierno, así lo ha ofrecido éste y debe cumplirlo.

­Confiemos, pues, en la Justicia y en la Ley!, ­Caiga quien cayere!, - AUGUSTO MIQUIS.- Mérida, Yucatán, 25 de febrero de 1913

3 comentarios

Sirak Olivares Ramos 472 -

En este articulo se me hizo interesante ver las resenas de la muerte de madero y pino suarez ya que hay varias circunstancias que no sabia o bien no recordaba quiza, ya que la historia no es mi fuerte, pero gracias a articulos como este puedo recordar y aprender mas de estos personajes importantes de nuestra revolucion, debemos de hacer uso de Justicia y Ley caiga quien caiga, ya que lamentablemente en nuestro pais muchas personas hacen caso omiso de las leyes y se las pasan como si no importara, ya que los politicos se fijan mas en obtener beneficos propios a ver que es lo que necesita el pueblo.

Alejandro Arroyo 472 -

la verdad esto es lo que els sucede a todas als personas de alguna manera conflictivas , así como e sr. Madero lo fué, levantandose en armas por un pueblo de Mexico que no estaba peor de como quedó con la revolucion, que a fin de cuentas fue un desperdicio ya que tomarn cartas en el asunto y se dio fin a la vida de este personaje, y es así como Victoriano Huerta sube al poder, un poder que hasta hoy en día se ah ido aprovechando del pueblo.

Denisse Campero Campas -

Articulo informador que nos revela algunos de los hechos que transcurrieron a lo largo de esos duros anos. la verdad dice cosas que yo nunca antes habia leido.
muy bueno, sobre todo por la informacion.